domingo, 16 de junio de 2013

Mi viejo, el Tino

Mis viejos son muy importantes para mí. Al ser hijo único era el centro de sus vidas, compartido con la familia, especialmente la de mi vieja. Así que soy hijo único, pero desde siempre hubo que estar atento a mi abuela o mi tío que estaban solos y necesitaban. De hecho una prima creció con nosotros hasta sus 19 años, como una hija más.

La relación con mi vieja fue central durante muchos años, ella manejaba la batuta y mi viejo callaba y la seguía, aunque ella siempre preguntaba q hacer.
Así crecí metido en decisiones familiares desde muy chico, lejos de hacerlo por visiones psicológicas q fundamenten educarme de esa manera participativa lo hicieron así por sentido común, por ese respeto y ese amor q te fundan como persona.
Todos sus valores y principios fueron así, desde el sentido común. Decían no te metas en líos, es mejor ser humilde, siempre q se pueda hay q dar una mano, hay que ser educado, hay q trabajar, ahorrar.
Esos eran mis viejos los que nunca viajaron, pero me alentaban y bancaban para viajar. Muchas veces me entregaron cosas de ellos, sin usar, que las habían reservado para mi.
Generosos con los vecinos, la familia, los compañeros de laburo. Cuidadosos del mango, ahorradores, previsores.

Teníamos algunas cosas raras como que para no tener problemas con la familia lo mejor era no tratarse mucho. Una gran tendencia a esquivarle a las fiestas de casamiento y de cumpleaños, pero estar firme en los hospitales y velorios.
Una presencia constante de los que ya habían fallecido, con fotos y cierta melancolía, que aumentaba para las fiestas como navidad y año nuevo.

Mientras escribo veo q me es imposible separar a mi viejo de mi vieja y de mi, como hijo y como padre.

Cuando mi vieja tuvo un acv mi viejo me aviso a la mañana para dejarme dormir, ella estaba en terapia intensiva, mi papa vino a casa a las 8 de la mañana, estaba internada desde las 23 del día anterior. Ahí mi vieja sobrevivió, pero en parte ya no era la misma.  

Empece una relación distinta con mi viejo. Protagonizo el acompañamiento de mi vieja, estuvo a su total disposición. El me preguntaba, pero capitaneaba el barco.

Es curioso q la imagen q mas sintetiza la Vida tenga que ver con la muerte. Cinco años después de su accidente, mi viejo sostenía de la mano a mi vieja en su cama, mientras todos esperábamos a la muerte. Ese amor profundo, ese compañerismo, sostén, esa consecuencia es la imagen mas fuerte del sentido de la vida, del respeto, de atravesar todas las etapas.

Así era mi viejo, un grande, muy compañero, generoso, cercano, cálido.

Me llamaba por teléfono y me decía dos frases: y como va? Viste el partido? Esto podía ser reemplazado por la pelea o la carrera, o cualquier actividad deportiva. Se solía sumar un como están los locos? Por mis hijos. Al final remataba con: necesitas algo?
Eran formas de decirte te extraño, te quiero, estoy acá.

Tenia la particularidad de ser tranquilo en etapas de la vida, tenia como una media entre casamientos y velorios, ni trencito, ni llanto desesperado.

Si me habrá remolcado el Citroen con su viejo R6, andando sin luces y avanzando de costado de lo roto que estaba. Tenia guita ahorrada como para tener un cero. Pero eso lo cuidaban para mi, para que le quede al nene decían.

Le encantaban los chicos, disfruto a mis hijos, los llevaba de compras, les permitía cualquier barbaridad.

Los 5 años que vivió solo, luego que falleció mi vieja, descanso, de tanto laburo y obligaciones. Realmente me hubiera gustado tenerlo mas. Pero el ver como lo limitaba su EPOC durante el ultimo año hizo que viera que su muerte fuera natural y necesaria. Ambos murieron apenas me fui de su lado, como cuidandome hasta en eso.

Estos días se cuestionan por comerciales, y q todos los días son los del padre, la madre, la novia y todo eso. Pero para mi sirven para recordar, emocionarse y valorar. En definitiva, alegrarse de todo lo q te regala la vida, y eso arranca con los viejos de uno. Los que te marcan un camino, te definen principios, te obligan a no traicionar, no traicionarte, ni tracionarlos.

Uno intenta ser parecido, hasta con algunas correcciones. A veces no lo logras. Pensé que iba a ser mas demostrativo, como una versión 2.0, pero veo que no me sale tanto. Sigo sin decirle a mis tres hijos cuanto los valoro y los quiero. Si trato de estar atento y cerca. Que el ser un ejemplo para ellos me marque el camino a mi. Je a mi no a ellos...

En cada gesto, en la casa que habito, en ver mi historia y la de mis hijos. Siempre presente el Tino.

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