martes, 31 de julio de 2007

No es tan complejo...

Visitamos con Flavio Meles la Ecoplanta de Cerri, para observar como estaba funcionando y en la búsqueda de alternativas para la crisis del tratamiento de residuos en la ciudad.
Nos recibió un miembro de la cooperativa que administra la planta. Con curiosidad recabamos en el dato que la planta esta funcionando con los 8000 habitantes de Cerri, teniendo una capacidad ociosa de sumar a unos 45.000 habitantes más.
Esto implicaría una quinta parte de los residuos que hoy recoge Cliba.
En plata $ 250.000 mensuales (con aumento $380.000).
Los 45 miembros de la cooperativa reciben $ 400 producto de la venta de lo reciclado.

Que Cliba deje de recolectar y volcar en el relleno los residuos de ese cuadrante de la ciudad, permitiría reorientar ese dinero y generar unos 40 puestos más de trabajo, mejorando los ingresos hasta llegar a un promedio de $ 1.200, ahorrar dinero, reciclar hasta un 80% de los residuos, realizando un gran aporte a la calidad de vida de los bahienses.

Si estimamos en $ 16.000 el recupero mensual del material reciclado, si quintuplicamos el volumen de trabajo esto se acercaría a los $100.000.

Esta estructura hoy ociosa en gran parte, es un monumento a la falta de políticas públicas, de decisión política de intervenir en proyectos locales que generarían mejor calidad de vida y empleo.
Allí muchos de los que hoy buscan entre la basura su sustento encontrarían un trabajo digno y daríamos un gran paso en ser una ciudad mas justa y sustentable.

Ecoplanta

viernes, 27 de julio de 2007

GRANDE FONTANARROSA


La dignidad y el afecto que rodeo la muerte del Negro Fontanarrosa me dejo pensando.
Cuando estudiaba antropología filosófica la reflexionar sobre la muerte afirmábamos que la muerte definía la vida, lo que uno creía sobre ella definía como vivíamos: si había una vida eterna y había que ser buenos, si la vida era eterna, si solo era este tiempo y se convertía en "un relámpago en medio de la oscuridad" como para el existencialismo.
Sin querer la vida y la muerte se fue mezclando en mi historia. Mis viejos grandes me hicieron crecer entre gente mayor, con la consabida tensión que todo es frágil y puede dejar de existir en cualquier momento.
Que una abuela, que un tío, que pronto mis viejos... bah pronto, cuando es correcta la muerte de un ser querido, aun con 150 años?
Este me llevo a pensar ¡que lindo morir como el Negro!.
Se que suena extraño, pero ese afecto, el respeto, frente a la previsión de una enfermedad de mierda, la dignidad con la que sobrellevo este transe, la ternura en el recuerdo del presonaje.
Así estuve varios días hasta que ahora viendo un reportaje que le hicieron en el 2004, recordé lo de "uno muere como vive".
No porque uno se merezca la muerte que le toca, que muchas veces es muy injusta, con sufrimientos chotos, sino porque lo que supera la muerte es la vida.
Uno recuerda de la gente lo que vivió, como vivió, lo que transmitió, esa alegría no muere. La actitud, los valores, el afecto, la buena leche que uno transmite en la vida, lo que da y recibe, eso trasciende y es lo que queda.

es cierto que se vuelve melancolía en el recuerdo, pero era eso lo que valore del Negro no su muerte, sino su vida. Esa alegría de recordar a alguien como popular, inteligente, amigo, esencialmente buen tipo.

uno no desea una muerte, sino una vida y el desafio es realizarla... dentro de lo que se puede

Que lo pario!!!

jueves, 26 de julio de 2007

Obra pública, campaña, capricho y virtualidad

Cada obra pública que se anuncia genera debates y entredichos.
Cabe aclarar que gran parte de esto sucede por lo inconsulto y caprichoso de las designaciones, la falta de debate y construcción comunitaria de las prioridades que se deben seguir al respecto.
Los vecinos amanecen con la novedad, llegada a través de los medios de comunicación, que se instalara un emprendimiento a dos cuadras de su casa que hasta ayer no estaba ni discutido, que en el centro o en una avenida determinada se invertirán 2, 4 o 6 millones mientras en su barrio existe un compromiso desde hace 20 años y no se ha concretado.
Esto que muchas veces ha sido descripto como "la maquina de impedir" no es mas que el justo derecho de los vecinos a decidir conjuntamente con el gobierno de turno el destino de los fondos públicos.
Este apuro irresponsable de anunciar y licitar obras en el periodo electoral, que finalmente solo quedaran en esto: el anuncio, como sucedió con la recordada visita del Presidente, genera una nuevo tipo de obra pública: la obra virtual.
Este tipo de obra se caracteriza porque primero esta la foto del anuncio del proyecto, luego la foto de la asignación de presupuesto, la foto de la licitación, la foto del inicio de la obra, puede haber una inauguración parcial y otra con la obra concluida. Claro que entre todos estos pasos pueden pasar hasta 20 años o más.
El espíritu que me anima no es el rezongón, sino el planteo que las cosas se pueden hacer en base a consenso, a discusión previa, asignación de fondos y plazo de obra. Esta forma quizás traiga inconvenientes iniciales, pero nos asegura el respeto a la gente y seriedad en la administración.





domingo, 22 de julio de 2007

Abriendo Canales


Es una experiencia rara escribir para contar cosas y que otros puedan leerlas. La intención es debatir, mostrar ideas y obligarme a producirlas.
Muchas de las reflexiones serán posiblemente políticas, relacionadas con la realidad.

Lo iremos construyendo, en gran parte en base a comentarios y lectores.

Raúl