domingo, 27 de abril de 2008

UN TUSAM AUTORITARIO


Tener un modelo de ciudad en base al consenso de los vecinos, las organizaciones sociales y cierto acuerdo entre los partidos políticos es lo deseable. Esta última semana se juntaron varios de los ejemplos de soberbia e incapacidad de esta gestión que demuestran todo lo contrario.

Los vecinos que desde enero reclaman por el excesivo aumento de tasas municipales, tres meses después siguen esperando una respuesta prometida por el ejecutivo. Cabe aclarar que se reunieron con el HCD, con el Ejecutivo, llenaron planillas, algunos pagaron sus tasas aun pese a las dificultades. Inicialmente fue rechazado el diálogo por el Intendente con frases del tipo “las tasas no se tocan” o “son 60 los que reclaman”. Recibieron mentiras en cuanto a los plazos, las formas de respuesta y la cantidad de afectados. Fueron flexibles en aceptar las condiciones de un piso del 150%, llenar una planilla, esperar tres meses la respuesta.

Los vecinos que vienen siendo afectados en su calidad de vida por la construcción excesiva de departamentos en un barrio que no fue definido para ese fin, sin los servicios acordes de agua y cloacas, luego de multiples reclamos y de verse obligados a judicializar el conflicto, deciden reclamar el fin de estas construcciones hasta encontrar una solución consensuada. El Ejecutivo decide frenar las construcciones por 90 días y en este impasse de construcción de una salida, frente al reclamo de participación de los vecinos, recibe como respuesta el levantamiento del corralito sin soluciones acordadas entre las partes, en el marco de una apurada reforma del planeamiento urbano de la ciudad.

Los vecinos que vienen feriando en la Estación Sud, abandonada desde hace muchos años, que encuentran allí una emprendimiento que les permite subsistir, ven luego de idas y vueltas cerrado su lugar de trabajo, sin salidas alternativas, con cambio de interlocutores (Budassi por Mena), sin que los gremios o concejales puedan mediar o facilitar una salida.

Los vecinos que viven en Ing. White y en Bahía se enteran que vendrán dos buques con alto riesgo de explosión, sin los análisis medio ambientales debatidos, sin claridad en la navegación por la ría, sumándose a los riesgos medioambientales de las empresas ya existentes, con una decisión de nivel nacional, con inversiones ya iniciadas, sin que importen las opiniones de los habitantes de la ciudad.
A estos casos se les puede sumar lo que sucedió con los cartoneros, los discapacitados y los choferes de la Uta ejemplos de grupos de vecinos oque debieron ir peregrinando para ser escuchados y lograr sentarse a buscar soluciones.

En cada situación hay elementos de contrapeso: era necesario aumentar las tasas, es importante que la ciudad crezca y se genere trabajo, es indispensable ordenar la Feria y la crisis energética se puede atenuar, aunque sea en parte, con el GNL que se usa en otras partes del mundo.

Pero ¿es necesario de esta manera?¿Que es entonces lo que genera que los conflictos normales se extiendan?

A mi juicio la metodología autoritaria de falta de dialogo, de falta de disposición al debate, un Intendente que se vuelve virtual, una especie de holograma, que solo se ve a través de los medios, con el fondo de una calle en construcción, sentenciando cual admonitor profeta lo que según el sucederá y no se podrá cambiar.

Decir que no habla con marginales, acusar a los feriantes de venir de Fuerte Apache como si eso fuera un delito, unir pobreza con delincuencia o inseguridad. Esa imagen que tiene que discutir o reunirse para construir de forma conjunta es un signo de debilidad y optar finalmente por tomar desiciones de forma unilateral, judicializando finalmente la resolución de lo que se debería resolver dialogando, debilita las posibilidades de acuerdo.

Esto se da en un marco en el que muchas veces sus premoniciones no son tales. Como diría Tusam “puede fallar”.