viernes, 8 de febrero de 2008

TRABAJO POLITICO, REPRESENTACION Y FOGONEO.


Este comienzo de año nos encuentra en el frente político que construimos ocupando cargos en el Concejo Deliberante en función de la delegación de la gente en el proceso electoral.
El apoyo de la ciudadanía se continua hoy en el acercamiento de problemáticas y reclamos producto del modelo de ciudad participativa que venimos proponiendo y las decisiones adoptadas en el accionar de nuestro concejal.
En estos días se acercaron vecinos que sufrieron abuso policial y vecinos que recibieron cambios de las tasas abusivos y que les impiden seguir pagando, vecinos con problemas de servicios y otros a traer propuestas medio ambientales o para la infancia.
Todos estos grupos o individuos fueron atendidos, acompañados y asesorados a partir de una concepción de la representación política de nuestro frente.

Plantear que toda relación de la militancia política con los vecinos es utilitaria, maliciosa, “fogoneadota”, sospechosa, es contrario a la idea de democracia participativa, de representación y es propia de un discurso despolitizante funcional a los que detentan el poder en la toma de decisiones en la ciudad.
Se basa en principios sumamente dañinos a la participación:

Se afirma que los vecinos son utilizables, fogoneables, manipulables como si fueran incapaces de reconocer y defender su derechos.

La búsqueda de distancia entre los partidos políticos, la desconfianza respecto a los que eligen participar políticamente esta relacionada con visiones dictatoriales, corresponde a una visión individualista, un mensaje de desaliento a la participación política, propia de un discurso despolitizador de los reclamos sociales, que deja el rol de la gente en el solo echo de votar cada dos años y luego delegar sin control, ni opinión, en una dirigencia administradora y corporativa.
Parte de la crítica a la participación directa de los vecinos es propia de la visión de una corporación política que se turna en la administración de la gestión y se debe mutuamente favores, en la convivencia de muchos años en los cargos.

Distancia a los representantes del dialogo con los vecinos, alejando la posibilidad del control, la revisión y el debate conjunto de aspectos que implican el funcionamiento comunitario.

Nuestro enfoque político es diametralmente opuesto. Buscar la participación de la gente, fomentar su interés por lo comunitario, aprovechar cada búsqueda de explicación, cada reclamo, cada necesidad manifestada para insistir en nuestra visión que el debate comunitario, la participación, el control, el interés por las decisiones que se toman en el barrio, la ciudad, la provincia y el país nos afecta y debe concitar nuestro interés en buscar el bien común.

Para fomentar este contacto con la gente es importante mantener la coherencia discursiva y de acción, acompañar los reclamos y problemas de los vecinos. Contamos con el capital inicial de nuestras historias de trabajo junto a la gente.

Esto se dará en un marco en el que tendremos no solo que ocupar un espacio de crítica, en relación a nuestro rol opositor, sino que será necesario buscar iniciativas que puedan ejecutarse conjuntamente con otros actores de la comunidad, entre ellos los partidos políticos con los que venimos realizando críticas.

El equilibrio entre crítica y gestión es complejo para las fuerzas que venimos desde lugares críticos.

Un desafio que nos ira acercando a la gestión, en compañía de los vecinos y de los proyectos que proponemos para la ciudad.