(EN RESPUESTA A UN MAIL GRUPAL CON EL ANEXO DE UNA NOTA DE JUAN PABLO FEINMAN APERECIDA EN PAGINA 12 EL 28 DE JUNIO DE 2008)
Leí el mail de Alejandro por el pedido expreso del asunto y quería acercar algunas ideas de toda esta milonga.
Milito en política con la pasión y la sinceridad que he tratado de ponerle a casi todo lo que he emprendido en mi vida. Uno va encontrando el rumbo en base a compañeros que respeta y a los que no, a lugares que quiere ir y a los que no, a ideales que desea.
En los espacio que crecí, el peronismo siempre fue una incógnita, admirable en algunos aspectos, criticable en otros. Siempre las militancias basadas en odios y enfrentamientos me parecieron maniqueas, con mas carga de religioso que de político, de sentimiento manejable que de racionalidad y debate. El sentimiento, la mística, el compañerismo y la fidelidad son para mi valores, pero también veo en ellos el riesgo de tomar desiciones apresuradas o fanatizables que son manejables desde los símbolos y no debatibles en base a proyectos e ideas.
En política el debate, la sinceridad, el respeto me parecen esenciales, como así también la confianza en el compañero con el que militamos. Sobre que la política se puede hacer paranoica en pelea por el poder, si no estas culo con culo con alguien que sabes que las cosas las hará de frente es una cagada.
Más riesgo corremos los apasionados, que le metemos sentimiento a la razón porque muchos se evitan el tramite, y especulan sin escrúpulos por sacar ventajas, calculadora en mano.
Si este conflicto trajo de nuevo al escenario del debate la política bienvenido sea.
Esta gestión no ayudo, a mi juicio, mucho al debate, siempre la percibí como de un núcleo chico, sin democracia y debate interno, dejando que todos apoyen, pero cuando se tuvo que jugar por uno nunca termine coincidiendo por el elegido... que les voy a contar a ustedes, no?.
Pero también entre las cosas que me revuelven el estomago es el gorilismo (que se resucita en este contexto, no solo por parte del campo, sino por la utilización de un discurso para acumular del lado del pj, que es protagonizado por el discurso oficial, nosotros - ellos). Me desagrada la acusación de montoneros: para mi el ejemplo es no peronista, me acuerdo de Cook, de los que fueron a Ezeiza, de la Triple A, de la operación retorno, de los dirigentes que tranzaron y sobrevivieron y de los miles de compañeros traicionados y asesinados.
Digo compañeros porque así lo siento, compartimos ideales y militancia, aun en las diferencias. Lo que mas me revuelve la panza es que los que mas acusan son también peronistas, como en el 72, "y que queres si son montoneros", "estos no son peronistas" y eso me parece mucho mas jodido. Los otros ya se saben lo que piensan.
Otra cosa que se me ocurrió es tratar de ver la diferencia de los cacerolazos en Capital y en el interior. En capital son los mismos barrios que festejaron el 55, que puteaban y decían barbaridades contra Evita, a mi juicio más que contra Perón. Y lo que pasa en lugares de producción agrícola el tipo que puede tener ganancias y capital, pero vive en el casco de su chacra, sus hijos van a la escuela del pueblo, gasta en esa zona, no los que se mudaron a Av. Libertador, estos no sacan la guita del país, mas allá de tener ahorros.
Me parece que ahí también hay pueblo, muchos descendientes de gringos, peronistas de Perón como dicen algunos.
A mi juicio no estamos en un proceso revolucionario, participativo, popular que implique dar peleas de fondo con apoyo popular. Mas allá de lo mediático, los discursos, las carpas, las concentraciones, no hay espacios de debate, de construcción de poder popular y es en eso mucha responsabilidad de esta administración.
La derechización es cierta, pero piensen que no es cómodo para los que no somos k sumarnos sin voz, sin debate, sin construcción democrática a defender desiciones ajenas. No creo que este momento se busque un golpe, fuera que es cierto que surgen voces de mierda, que aprovechan las circunstancias y mezclan Hebe (que le rogaria un respetuoso silencio...), D´elia, Moyano, Chávez, montoneros, política, congreso.
Pero estoy convencido que de esto se sale con más política, militancia y compromiso. esto en el marco de un proyecto nacional, democrático, popular, equitativo y esencialmente participativo.
esto es más allá de las exportadoras, los pooles, las mineras, las pesqueras, el tren bala, el manejo de los superpoderes, cosas que debemos seguir criticando por bien del proyecto que ojala algún día nos encuentre unidos, a pesar de las identidades y las diferencias.
Un abrazo
Raúl Ayude
Leí el mail de Alejandro por el pedido expreso del asunto y quería acercar algunas ideas de toda esta milonga.
Milito en política con la pasión y la sinceridad que he tratado de ponerle a casi todo lo que he emprendido en mi vida. Uno va encontrando el rumbo en base a compañeros que respeta y a los que no, a lugares que quiere ir y a los que no, a ideales que desea.
En los espacio que crecí, el peronismo siempre fue una incógnita, admirable en algunos aspectos, criticable en otros. Siempre las militancias basadas en odios y enfrentamientos me parecieron maniqueas, con mas carga de religioso que de político, de sentimiento manejable que de racionalidad y debate. El sentimiento, la mística, el compañerismo y la fidelidad son para mi valores, pero también veo en ellos el riesgo de tomar desiciones apresuradas o fanatizables que son manejables desde los símbolos y no debatibles en base a proyectos e ideas.
En política el debate, la sinceridad, el respeto me parecen esenciales, como así también la confianza en el compañero con el que militamos. Sobre que la política se puede hacer paranoica en pelea por el poder, si no estas culo con culo con alguien que sabes que las cosas las hará de frente es una cagada.
Más riesgo corremos los apasionados, que le metemos sentimiento a la razón porque muchos se evitan el tramite, y especulan sin escrúpulos por sacar ventajas, calculadora en mano.
Si este conflicto trajo de nuevo al escenario del debate la política bienvenido sea.
Esta gestión no ayudo, a mi juicio, mucho al debate, siempre la percibí como de un núcleo chico, sin democracia y debate interno, dejando que todos apoyen, pero cuando se tuvo que jugar por uno nunca termine coincidiendo por el elegido... que les voy a contar a ustedes, no?.
Pero también entre las cosas que me revuelven el estomago es el gorilismo (que se resucita en este contexto, no solo por parte del campo, sino por la utilización de un discurso para acumular del lado del pj, que es protagonizado por el discurso oficial, nosotros - ellos). Me desagrada la acusación de montoneros: para mi el ejemplo es no peronista, me acuerdo de Cook, de los que fueron a Ezeiza, de la Triple A, de la operación retorno, de los dirigentes que tranzaron y sobrevivieron y de los miles de compañeros traicionados y asesinados.
Digo compañeros porque así lo siento, compartimos ideales y militancia, aun en las diferencias. Lo que mas me revuelve la panza es que los que mas acusan son también peronistas, como en el 72, "y que queres si son montoneros", "estos no son peronistas" y eso me parece mucho mas jodido. Los otros ya se saben lo que piensan.
Otra cosa que se me ocurrió es tratar de ver la diferencia de los cacerolazos en Capital y en el interior. En capital son los mismos barrios que festejaron el 55, que puteaban y decían barbaridades contra Evita, a mi juicio más que contra Perón. Y lo que pasa en lugares de producción agrícola el tipo que puede tener ganancias y capital, pero vive en el casco de su chacra, sus hijos van a la escuela del pueblo, gasta en esa zona, no los que se mudaron a Av. Libertador, estos no sacan la guita del país, mas allá de tener ahorros.
Me parece que ahí también hay pueblo, muchos descendientes de gringos, peronistas de Perón como dicen algunos.
A mi juicio no estamos en un proceso revolucionario, participativo, popular que implique dar peleas de fondo con apoyo popular. Mas allá de lo mediático, los discursos, las carpas, las concentraciones, no hay espacios de debate, de construcción de poder popular y es en eso mucha responsabilidad de esta administración.
La derechización es cierta, pero piensen que no es cómodo para los que no somos k sumarnos sin voz, sin debate, sin construcción democrática a defender desiciones ajenas. No creo que este momento se busque un golpe, fuera que es cierto que surgen voces de mierda, que aprovechan las circunstancias y mezclan Hebe (que le rogaria un respetuoso silencio...), D´elia, Moyano, Chávez, montoneros, política, congreso.
Pero estoy convencido que de esto se sale con más política, militancia y compromiso. esto en el marco de un proyecto nacional, democrático, popular, equitativo y esencialmente participativo.
esto es más allá de las exportadoras, los pooles, las mineras, las pesqueras, el tren bala, el manejo de los superpoderes, cosas que debemos seguir criticando por bien del proyecto que ojala algún día nos encuentre unidos, a pesar de las identidades y las diferencias.
Un abrazo
Raúl Ayude
