“Nunca más a los
negocios con los derechos humanos.”
“Nunca más a la
interrupción del orden democrático.”
Nunca más es el
título que llevó el informe de la Conadep, paso importante en el
reconocimiento y reconstrucción de las atrocidades de la última
dictadura; fuera de las justas críticas efectuadas al informe por
ser escrito bajo la hipótesis de los dos demonios.
Fueron las palabras
finales de los alegatos en el ejemplar Juicio a las Juntas.
Derechos humanos son los que fueron violados sistemáticamente, los
que dieron nombre a los organismos de familiares, detenidos y
organizaciones sociales y políticas que sostuvieron la memoria,
pelearon contra la dictadura, hicieron posible la reconstrucción de
la verdad, repudiaron las leyes de impunidad, obediencia debida,
punto final e indulto.
Estos organismos
marcharon mil veces, sostuvieron testigos, reconstruyeron historias,
documentaron todo, mantuvieron en la memoria a los desaparecidos,
siempre pidiendo los juicios y condenas que finalmente llegaron.
Esos organismos
surgieron en plena dictadura, cuando se corría riesgo ,algunos de
sus miembros fueron detenidos o desaparecidos.
Mientras otros
hacían negocios con los genocidas.
Asociar
negocios con DDHH describe claramente la visión sectorial de este
gobierno. El que a afirmado que no son 30000, que fue una
construcción. Plantean los derechos humanos como un negocio, de
quienes quieren apropiarse de los derechos humanos.
Afirman que los
derechos humanos son de todos.
Pero no lo son de
quienes fueron cómplices de la dictadura, de quienes se
enriquecieron con la aplicación de sus políticas, quienes dieron
nombres de sindicalistas que les molestaban en sus empresas para que
los secuestraran y desaparecieran, quienes ocuparon cargos públicos,
o apoyaron desde sus organizaciones las atrocidades que sucedieron.
Sabemos que la justicia no llegó hasta los civiles.
Se quedan cortos
porque no pueden ir más allá. Por los intereses que representan y
quienes conforman ese frente politico.
No pueden hablar de
dictadura, de genocidio, de golpe cívico militar. Cosas ya juzgadas
y condenadas, con infinidad de pruebas que así lo testimonian.
Muchos de los que
forman parte del gobierno, de los que son voceros como Gomez
Centurion, Loperfido y Avruj, son empresarios o dirigentes sociales y
políticos que fueron cómplices de la dictadura, quienes apoyaron el
golpe o sus familiares o amigos.
Los Blaquier, los
Massot, los Mitre, los empresarios que formaron y forman parte de la
patria contratista que se beneficiaron de la desaparición de los
sindicatos, de la deuda externa y su posterior estatización.
La interrupción de
la democracia sucedió en nuestro país muchas veces, pero fue la
última vez en la que se secuestró, torturó, desapareció, se
apropió bebes. Y todo esto se generó desde el Estado para
implementar un plan económico coincidente con el que hoy pregonan,
para beneficiar a ciertos sectores de la economía, los mismos que
hoy gobiernan.
Este mensaje busca
ser diferenciador y lo logra. No pueden hacer un acto oficial, no
pueden marchar, no pueden reivindicar a sus muertos , aún los que
los tuvieron, porque hoy forman parte del gobierno que vuelve para
implantar el modelo de país que se combatía en los 60 y que la
dictadura impuso a sangre y fuego.
Son 30000. Fue un genocidio. Reconstruimos la Verdad, peleamos por la
Justicia y tenemos Memoria.
PD: se que siempre escribo mal, pero esta vez se me suma el atolondramiento propio de la indignación.