viernes, 24 de marzo de 2017

Sobre la foto y los carteles de los legisladores de Cambiemos en este 24 de marzo


“Nunca más a los negocios con los derechos humanos.”
“Nunca más a la interrupción del orden democrático.”

Nunca más es el título que llevó el informe de la Conadep, paso importante en el reconocimiento y reconstrucción de las atrocidades de la última dictadura; fuera de las justas críticas efectuadas al informe por ser escrito bajo la hipótesis de los dos demonios.
Fueron las palabras finales de los alegatos en el ejemplar Juicio a las Juntas.
Derechos humanos son los que fueron violados sistemáticamente, los que dieron nombre a los organismos de familiares, detenidos y organizaciones sociales y políticas que sostuvieron la memoria, pelearon contra la dictadura, hicieron posible la reconstrucción de la verdad, repudiaron las leyes de impunidad, obediencia debida, punto final e indulto.
Estos organismos marcharon mil veces, sostuvieron testigos, reconstruyeron historias, documentaron todo, mantuvieron en la memoria a los desaparecidos, siempre pidiendo los juicios y condenas que finalmente llegaron.
Esos organismos surgieron en plena dictadura, cuando se corría riesgo ,algunos de sus miembros fueron detenidos o desaparecidos.
Mientras otros hacían negocios con los genocidas.
Asociar negocios con DDHH describe claramente la visión sectorial de este gobierno. El que a afirmado que no son 30000, que fue una construcción. Plantean los derechos humanos como un negocio, de quienes quieren apropiarse de los derechos humanos.
Afirman que los derechos humanos son de todos.
Pero no lo son de quienes fueron cómplices de la dictadura, de quienes se enriquecieron con la aplicación de sus políticas, quienes dieron nombres de sindicalistas que les molestaban en sus empresas para que los secuestraran y desaparecieran, quienes ocuparon cargos públicos, o apoyaron desde sus organizaciones las atrocidades que sucedieron. Sabemos que la justicia no llegó hasta los civiles.
Se quedan cortos porque no pueden ir más allá. Por los intereses que representan y quienes conforman ese frente politico.
No pueden hablar de dictadura, de genocidio, de golpe cívico militar. Cosas ya juzgadas y condenadas, con infinidad de pruebas que así lo testimonian.
Muchos de los que forman parte del gobierno, de los que son voceros como Gomez Centurion, Loperfido y Avruj, son empresarios o dirigentes sociales y políticos que fueron cómplices de la dictadura, quienes apoyaron el golpe o sus familiares o amigos.
Los Blaquier, los Massot, los Mitre, los empresarios que formaron y forman parte de la patria contratista que se beneficiaron de la desaparición de los sindicatos, de la deuda externa y su posterior estatización.
La interrupción de la democracia sucedió en nuestro país muchas veces, pero fue la última vez en la que se secuestró, torturó, desapareció, se apropió bebes. Y todo esto se generó desde el Estado para implementar un plan económico coincidente con el que hoy pregonan, para beneficiar a ciertos sectores de la economía, los mismos que hoy gobiernan.
Este mensaje busca ser diferenciador y lo logra. No pueden hacer un acto oficial, no pueden marchar, no pueden reivindicar a sus muertos , aún los que los tuvieron, porque hoy forman parte del gobierno que vuelve para implantar el modelo de país que se combatía en los 60 y que la dictadura impuso a sangre y fuego.


Son 30000. Fue un genocidio. Reconstruimos la Verdad, peleamos por la Justicia y tenemos Memoria.

PD: se que siempre escribo mal, pero esta vez se me suma el atolondramiento propio de la indignación.

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