miércoles, 23 de diciembre de 2015

La resistencia a la Argentina para pocos: desafio de unidad en la diversidad

A 15 días de asumido el nuevo gobierno, devaluó con la consecuente licuación de ingresos de los trabajadores, sin ningún límite al aumento de precios, liberalizó el dólar y el comercio exterior, decretó el nombramiento de jueces de la Corte, a lo que se suma la intervención del Afsca y de la Aftic, bajo la amenaza de incumplir la aplicación de la ley de medios.

                Estas medidas son antipopulares, afectan a todos los ciudadanos más allá de cuál fue su opción electoral, y más tarde o temprano esto se volverá patente para una gran mayoría de los argentinos

                A los que no compartimos sus decisiones, ni el modelo de país que quiere construir, ni las sociedades que se hacen desde el gobierno, poniendo al Estado al servicio de negocios y poder de grupos concentrados, no nos queda más que la militancia en la calle, los medios alternativos, y todo aquel medio que nos permita debatir, rechazar, fundamentar y tratar de generar una nueva mayoría.

                Una nueva mayoría que es necesario construir. Si queremos llenar una plaza contra la represión a los trabajadores de Cresta Roja, ¿vamos a discutir el escenario gobierno - oposición vigente hasta el 10 de diciembre? ¿O vamos a debatir cómo se construye esta nueva mayoría? ¿Puede ser construida alrededor solamente de los que éramos oposición hasta el 10 de diciembre? ¿Tiene que ser solamente alrededor de quienes eran gobierno hasta el 10?

                Creemos que ambos espacios nos debemos un debate y un diálogo, pero teniendo como eje central la construcción de unidad del campo popular.

                Este gobierno de derecha no tardó en demostrar quiénes son sus socios, cuánto le importa la ley y las instituciones y el uso de la represión que piensa hacer. Lo hizo en menos de 15 días. Haciendo uso del tiempo para gobernar que sus militantes solicitan.

                Preguntarnos frente a esto “dónde estabas ayer, por qué no marchaste en tal o cual situación” puede ser un debate necesario, pero no creo que en esta coyuntura sea clave priorizarlo. Nadie debe perder su identidad, ni su historia, pero si los que militamos y tenemos más compromiso no ayudamos a la organización contra los avances de este modelo de derechización de la realidad social y política vamos a ser cómplices de lo que suceda. Enfrascarnos en debates necesarios pero ejecutados fuera de tiempo nos hará perder unidad y organización en la resistencia al avance de la derecha.

                El kirchnerismo ya no es gobierno, eso es claro, forma parte de una oposición al avance de la derecha que también repudiamos, los que no fuimos ni seremos kirchneristas tenemos nuestras razones y no hay por qué abandonarlas, pero nunca esto nos impidió marchar cuando el reclamo fue justo y el avasallamiento de derechos sociales y políticos lo justificó.

                No debe haber, ni se deben buscar hegemonías, hay que preservar historias e identidades, pero tenemos que saber que quienes nos reclama es el campo popular con su diversidad y complejidad.


                Si no marchamos juntos y coordinamos acciones contra la represión, contra el ajuste sobre el salario de los trabajadores y los jubilados, contra la manipulación de la justicia por decreto, contra el aseguramiento de los negocios con Clarín y los demás multimedios, a favor de la vigencia plena de la ley de medios, el error nuestro lo pagará todo el pueblo argentino.