A 15 días de
asumido el nuevo gobierno, devaluó con la consecuente licuación de ingresos de
los trabajadores, sin ningún límite al aumento de precios, liberalizó el dólar
y el comercio exterior, decretó el nombramiento de jueces de la Corte , a lo que se suma la intervención
del Afsca y de la Aftic, bajo la amenaza de incumplir la aplicación de la ley
de medios.
Estas
medidas son antipopulares, afectan a todos los ciudadanos más allá de cuál fue
su opción electoral, y más tarde o temprano esto se volverá patente para una
gran mayoría de los argentinos
A
los que no compartimos sus decisiones, ni el modelo de país que quiere construir,
ni las sociedades que se hacen desde el gobierno, poniendo al Estado al servicio
de negocios y poder de grupos concentrados, no nos queda más que la militancia
en la calle, los medios alternativos, y todo aquel medio que nos permita debatir,
rechazar, fundamentar y tratar de generar una nueva mayoría.
Una
nueva mayoría que es necesario construir. Si queremos llenar una plaza
contra la represión a los trabajadores de Cresta Roja, ¿vamos a discutir el
escenario gobierno - oposición vigente hasta el 10 de diciembre? ¿O vamos a
debatir cómo se construye esta nueva mayoría? ¿Puede ser construida alrededor
solamente de los que éramos oposición hasta el 10 de diciembre? ¿Tiene que ser solamente
alrededor de quienes eran gobierno hasta el 10?
Creemos
que ambos espacios nos debemos un debate y un diálogo, pero teniendo como eje central
la construcción de unidad del campo popular.
Este
gobierno de derecha no tardó en demostrar quiénes son sus socios, cuánto le
importa la ley y las instituciones y el uso de la represión que piensa hacer.
Lo hizo en menos de 15 días. Haciendo uso del tiempo para gobernar que sus
militantes solicitan.
Preguntarnos frente a esto “dónde estabas ayer, por
qué no marchaste en tal o cual situación” puede ser un debate necesario, pero no
creo que en esta coyuntura sea clave priorizarlo. Nadie debe perder su
identidad, ni su historia, pero si los que militamos y tenemos más compromiso
no ayudamos a la organización contra los avances de este modelo de
derechización de la realidad social y política vamos a ser cómplices de lo que
suceda. Enfrascarnos en debates necesarios pero ejecutados fuera de tiempo nos
hará perder unidad y organización en la resistencia al avance de la derecha.
El
kirchnerismo ya no es gobierno, eso es claro, forma parte de una oposición al
avance de la derecha que también repudiamos, los que no fuimos ni seremos kirchneristas
tenemos nuestras razones y no hay por qué abandonarlas, pero nunca esto nos impidió
marchar cuando el reclamo fue justo y el avasallamiento de derechos sociales y
políticos lo justificó.
No
debe haber, ni se deben buscar hegemonías, hay que preservar historias e
identidades, pero tenemos que saber que quienes nos reclama es el campo popular
con su diversidad y complejidad.
Si
no marchamos juntos y coordinamos acciones contra la represión, contra el
ajuste sobre el salario de los trabajadores y los jubilados, contra la
manipulación de la justicia por decreto, contra el aseguramiento de los negocios
con Clarín y los demás multimedios, a favor de la vigencia plena de la ley de
medios, el error nuestro lo pagará todo el pueblo argentino.