miércoles, 23 de marzo de 2016

A 40 años del Golpe. Memoria, Verdad y Justicia en Unidad

Se cumple el 40 aniversario de la última y más sangrienta dictadura que sufrió nuestro pueblo.
La que se impuso en base a secuestros, torturas, apropiaciones, desapariciones y asesinatos. La que nos generó 30000 compañeros desaparecidos. La que hizo crecer nuestra deuda externa. La que intento desarmar los avances políticos y gremiales en búsqueda de un país más justo.
Esta fecha es muy especial: no solo porque son 40 años y somos afectos a los números redondos, sino porque muchos observamos con preocupación el riesgo que corre la continuidad de las políticas de estado sobre el tema derechos humanos, porque a esto se le suma la visita de Obama, presidente de EEUU, principal artífice de los golpes de estado en todo latinoamérica, incluido el que se dio en 1976 en nuestro país. Estado Norteamericano que sostuvo económica y logísticamente el golpe. Política exterior que continua en diversos lugares del mundo, incluido nuestra América Latina con numerosas bases militares.
Nuestra ciudad tiene sus particularidades, con la represión vivida y sufrida por muchos bahienses y compañeros de la zona, con sus cómplices civiles, con la participación de las jerarquías militares, eclesiales y también de empresarios. La Nueva Provincia, su complicidad y apoyo a cada golpe militar que sacudió nuestro país.
Hubo que esperar a 2012 para que diera comienzo la primera etapa de los juicios por los delitos cometidos en el marco de la represión en nuestra región.
Esta caracterización de ciudad con claros sesgos conservadores y en algunos casos reaccionarios convive con otros aspectos de resistencia, de construcción de alternativas, de militancia, de compromiso social.
Fuimos la ciudad que dio muchos dirigentes y militantes sociales a las organizaciones gremiales y políticas, la del paro de 1907 en el puerto de Ing. White, la de los primeros gremios anarquistas, socialistas y comunistas, la de Agustín de Arrieta Intendente Socialista, del asesinato de Watu en los pasillos de la UNS, de los asesinatos de Heinrich y Loyola, la del rechazo de Cotter y Cañon a las leyes de impunidad, la de los escraches a los genocidas, del repudio a Astiz, de las denuncias a la Triple A, la de una sentencia ejemplar en los juicios hasta ahora realizados, con alegatos claros y muchos testimonios, logrado en base a una gran reconstrucción de lo sucedido por la constancia y el trabajo de los familiares, los militantes, organismos y fuerzas políticas que sostuvieron durante más de 30 años la memoria y el pedido de justicia, la ciudad que repudio la participación de Montesanti en la Triple A y pidió su juicio académico y político,
Si nos ponemos a soñar querríamos una ciudad donde haya actos oficiales, con jornadas de reflexión, con la participación de escuelas, organismos, vecinos, en cada barrio. Donde el estado municipal actúe en el reconocimiento de los lugares de represión, que asista al sostenimiento de la memoria, y la búsqueda de verdad y justicia.
Para caminar hacia esa ciudad nos parecía deseable tener una gran marcha por este 40 aniversario del golpe, una marcha donde confluyamos todos los que repudiamos el golpe, los que pedimos juicio y castigo a todos los culpables.
Creemos que eso en Bahía es posible, ser muchos bahienses repudiando, marchando con sus hijos, sobrinos o nietos, en memoria de todos los asesinados, torturados, secuestrados, detenidos, desaparecidos, pidiendo por los nietos que aun no recuperaron su identidad.
Sabemos que si no avanzamos entre las organizaciones políticas eso se dificulta. Nuestras caracterizaciones se basan en temas que nos separan, por eso no militamos juntos, pertenecemos a visiones ideológicas distintas que nos llevan a participar en organizaciones que muchas veces compiten electoralmente y discuten por sus diferencias.
Pero al igual que en las actividades realizadas por los derechos de la mujer, convocadas en el marco del Ni Una menos, donde fuimos muchos bahienses, sabemos que es posible. Pero es indispensable reunirnos en base a lo que nos une y no lo que nos separa.
Más allá de las identidades políticas, todas respetables y valorables, buscar ser la mayor cantidad de bahiense posibles en la calle es un objetivo grande. Caminar juntos, compartir, esas consignas básicas.
Siempre cada grupo elabora un documento en base a sus convicciones e ideas, hace sus actos, se reúne, y hace pública sus posiciones. Pero que estas divisiones lógicas y sanas no impidan que en una ciudad tan particular como la nuestra se pueda realizar un acto lo más grande posible.
Una pena que no se haya podido organizar algo conjunto en esa línea, diversos grupos lo intentamos.
Necesitamos que se vea la otra Bahía, la que hoy existe y queremos que crezca y se muestre, para salir de ese refuerzo negativo que es pensarnos como miembros de una ciudad conservadora, fascista, indiferente, gorila. Muchos de nosotros sabemos que es solo una parte,  queremos avanzar en otro sentido y para eso es necesario e indispensable la unidad.
Quedará el desafío pendiente de encontrar caminos de unidad.

Invitamos a todos los bahienses a participar de actividades. De cualquier actividad. A marchar, a poner en agenda el tema como un tema central de nuestra historia. Siguen pendientes los sueños de aquellos que trabajaron por construir un país más justo, más de todos, más solidario e independiente.