jueves, 16 de agosto de 2007

Resistir un archivo


Buscando material por el 7mo aniversario del escape de cloro encontre esto escrito hace 2 años y en ese momento no lo comparti con nadie y se me ocurrio hacerlo ahora.

Quizás haya mucha relación entre fidelidad y coherencia. Ser fiel es no traicionar un compromiso, y ser coherente pareciera ser continuar durante la vida fiel a determinados principios. Quizá la palabra fidelidad nos relacione con algo mas afectivo, eso que nuestros padres decían “la palabra”, es un hombre de palabra, cumple con lo que se comprometió.
Estos comentarios surgen en momentos en los que se discuten alianzas y acuerdos políticos que como siempre no son “electoralistas” sino “programáticos” y que muchos de los representantes votados hace un año cambian de agrupación política por “pragmatismo”.
Hace falta en nuestro país y se ve claramente en nuestra ciudad una herramienta política que permita la participación ciudadana y de expresión a sus requerimientos, desde posturas ideológicas claras, que permita ver en los distintos aspectos sociales, los modelos perseguidos, que sea previsible y coherente, fiel a los principios que los une y a la construcción emprendida.
Muchos de los partidos políticos deben sus estrategias a planos nacionales y provinciales que no respetan las construcciones locales, y es mas, muchas veces, en lugares donde todos nos terminamos conociendo caminos que han sido recorridos persiguiendo modelos sociales y maneras de ejercicio de la política similares terminan enfrentados por estrategias ajenas o grupos totalmente distintos aunados por un pegote
electoralista.
Los llamados radicales k, eufemismo usado para denominar a los que cambian de partido según sus conveniencias electorales, aclaran que los que los une es el poder y eso deja al desnudo un modelo de hacer y pensar la política, llegar al poder independientemente de para que se quiere el poder.
Esto es responsabilidad de los protagonista de nuestra política, tenemos en nuestro país dos partidos mayoritarios que no poseen visiones ideológicas de sociedad distintas, sino son aparatos de poder que buscan administrar de formas parecidas y las divergencias ideológicas se dan pro los factores de poder que permanecen inalterables en el país y en nuestra ciudad, independientemente de quien administre.
Por ello estas dos maquinarias de poder tienen la capacidad de mostrarse como oficialismo y oposición, de allí nacen juicios e indultos, estatizaciones y privatizaciones, políticas sindicales y flexibilizaciones laborales, todo esta permitido en función de un pragmatismo gelatinoso que nos pone, una vez emitido el voto en manos de una corriente mágica que ya no necesita de nuestra opinión y que se puede dirigir hacia Chavez o hacia pagar 10.000 millones de deuda si ningún tipo de consulta o consenso.
En la historia política reciente esta presente la reflexión sobre si es necesario alanzar cargos para ejercer protagonismo político y en ese caso si cualquier camino es valido para lograrlo. Estos acuerdos de los que venimos hablando surgen a la luz de dicha discusión: es necesario no salir del escenario político y generar recursos y presencia.
Esto ha impedido como dijimos anteriormente a nuestra ciudad y al país de la generación de una herramienta e cambio, que lenta y coherentemente construya una opción centrada en la equidad, la solidaridad, la producción, el respeto a la gente, participativo, transparente.
En eso estamos en Bahía Blanca, pero son muchos los problemas para poder ejecutar esta idea.

Espero haber avanzado coherentemente...