domingo, 16 de mayo de 2010

Dueños, propietarios, referentes, egoistas: los dueños de la vara de medir

Ha sido un tiempo para pensar y sentir cosas importantes.

Entre lo personal y lo social político he tenido la oportunidad de vivenciar fuertemente el sentido de propiedad.

Ser dueño, esto es mío, me siento mal si esto no me responde, si no lo tengo cuando yo quiero, si lo comparto. He visto este sentimiento en distintos ámbitos y personas.

Las propiedades, las cosas que tenemos, que atesoramos nos ocupan lugar, nos atan, nos preocupan, nos impiden liberarnos y estar sueltos para viajar.
Este finde mis hijas viajaron a Bs As y les decía, no lleven mucho peso, caminando y sin tener donde parar es un garrón.
Y eso mismo pasa en la vida, con mucho equipaje es difícil viajar.

El equipaje es atarse, asegurarse, tener respaldo. Esto tiene otra punta: aferrarse es no soltarse.

Es claro lo personal y lo social: acumular, cercar, exigir propiedad, exclusividad, es cerrar ventanas y puertas. Desde esta postura no se construye, se divide, se jode, se cierra.

La libertad, el aprender implica soltarse, dejar seguridades, confiar en que ciertas cosas no faltaran.

Pero esto sucede no solamente con objetos y posesiones materiales. Muchas veces sucede con ideas, con espacios políticos. Lugares de referencia que se logran por coherencia durante años o por apasionamiento en la defensa de ideas y posiciones acordes.
Y en esto se mezclan aspectos grupales y personales. Personas que se terminan arrogando la vara de medir, el metro homologado, que se puede hacer en esa temática, en ese área.
Muchas veces lo importante no es lo que se propone, sino quien lo protagoniza. Si estoy en el centro, si soy el referente, entonces voy, apoyo, halago.

Creo en la construcción de consensos para sostener ideas y propuestas. Del largo camino recorrido con compañeros de ideas semejantes, no con la vara en poder de alguien en particular, no primando mi grupo sobre otro si podemos compartir y coordinar.


Los egoísmos nos llevan a lugares donde no queremos ir. Son necesarios los máximos acuerdos, para realizar los máximos cambios.

Hay que tomarse un tiempo pa´ comprender
Que solamente sos lo que sos
De ahí a todo lo que tú quieras ser
Eso ya depende de vos.

El Profeta de la Vela Puerca