Estamos a una semana de las primarias y me parecio un buen momento para escribir algunas cosas.
Este tiempo de elecciones, de debate, de discutir sobre lo hecho y lo que queda por hacer es muy rico para la ciudad. Estaría muy bueno que año a año se vayan sumando vecinos a participar, concientes de la importancia de definir juntos el modelo de ciudad a construir.
Y este es un punto central. Los partidos políticos deben ser espacios de debate constante de modelo de ciudad, de participación de distintas maneras sobre lo que sucede o debería suceder en la ciudad.
Esta presencia constante da cercanía y oportunidades a los vecinos de control, opinión, propuesta, apoyo, critica, horizontalizando la democracia de cercanía.
En este aspecto estamos contentos de lo realizado que nos permite hoy que muchos vecinos participen en nuestra propuesta. Es emocionante poder caminar Bahia charlando, recibiendo quejas, aliento, sugerencias, apoyo, criticas, pero siempre con una sonrisa y una mano tendida.
Muchas veces se critica la política y los políticos. Esto no surge por casualidad: fundamento de los golpes de Estado que arreciaron nuestra vida democrática, mensaje del neoliberalismo instalado en los 90 con el discurso “hace la tuya, nosotros nos encargamos del resto”, producto del que se vayan todos, de fracasos y mentiras.
Pero existe otra política, la de la búsqueda de la justicia, la equidad, el trabajo, la educacion, la salud, un desarrollo sustentable y ecologicamente amigable, de generación de espacios de encuentro, la de las organizaciones de vecinos que luchan por mejoras en sus barrios o el respeto a sus derechos, la de las marchas en pedido de justicia y memoria.
Creo que estamos construyendo esta política, la que entusiasme y devuelva las ganas de comprometerse y construir una ciudad mejor para todos.
Después de muchos años de militancia y trabajo, caminando con compañeros, vemos como esto ha servido para proponer, controlar, denunciar y acompañar reclamos. Y mas allá de ocupar cargos seguir caminando el mismo camino.
Da tranquilidad y alegría, y la necesidad de agradecer a todos los que nos enriquecen la vida compartiendo la suya.
